martes, 6 de mayo de 2014

Los filósofos y el sentido del cambio (2)

Filósofos, licenciados en historia, sociólogos, matemáticos se habren camino a marchas forzadas en el mundo empresarial. Es un fenómeno global. Las causas pueden ser diversas pero una fundamental es el hecho de que las empresas necesitan de una nueva visión  de sí mismas y de su entorno. Requieren de la intuición  necesaria para reinterpretarse desde un punto de vista a la vez riguroso y creativo. Brabendere afirma que los ejecutivos se sienten a gusto en el mundo de la hojas de cálculo y los gráficos pero menos en el mundo de los conceptos. De eso trata esta segunda edición dedicada a la visión de Luc de Brabendere sobre lo que filósofos e intelectuales aportan al managemente moderno.

Desde el olvido hacia la construcción de conceptos:

La realidad se cambia mediante actuaciones. Pero si queremos cambiar nuestras percepciones debemos "pensar creativamente". Pero... ¿Qué es pensar? Si una madre nos dice "estoy pensando en mi hijo es muy probable que sea cierto. Sin embargo, si un banquero nos dice que está pensando en sus clientes, está faltando a la verdad, fundamentalmente porque es imposible pensar simultáneamente en una cartera multitudinaria compuesta por personas, empresas, etc. Lo que es asumible es que el banquero está pensando en categorías, clusters, boxes, o segmentos de clientes en los que operativamente clasifica a sus dos millones de clientes.


Jorge Luis Borges
El proceso de pensar y de construir conceptos empieza por el olvido. Funes, el famoso personaje del cuento de Borjes es capaz de recordar el 100% de un libro que ha leído, pero incapaz de dar una opinión sobre el mismo. Funes es incapaz de pensar. Resulta curioso la analogía entre este cuento con algunos sistemas educativos que identifican pensamieto con acumulación de conocimientos.

Cuando damos una opinión de una película o un libro hemos olvidado el 99% de sus contenidos. Olvidar es una buena forma de empezar a pensar sobre algo. Ocurre que no somos capaces de controlar lo que olvidamos, y que si vemos la película con otra persona es posible que ésta olvide cosas distintas a las que olvidamos nosotros. No seleccionamos lo que olvidamos.

Pensar es como un juego:  

Si jugamos al monopoly, tenemos un tablero, tenemos unas reglas, y usamos tácticas y estrategias para ganar. En el terrenos de juego vemos las piezas, clientes, competidores, recursos económicos. Se establece una relación entre el mundo que nos rodea y nuestro cerebro. No hay nada entre la partida, la realidad, y nosotros mismos.

Pero en el mundo de los negocios real es diferente. El gestor no presencia una partida sin ningún tipo de intermediación. Delante de sí lo que tiene son informes, revistas, análisis, es decir simplificaciones muchas veces elaboradas por otros. Datos e información.

Del lado del gestor solo está su  cerebro. Tiene dos millones de clientes sometidos a un proceso de simplificación que los convierte en siete categorias. Cuenta con una plantilla de cientos de empleados divididos en áreas o departamentos. Tiene  una realidad diversa y  simplificada. Simplificaciones que reciben diversas acepciones: Modelos, estereotipos, juicios, paradigmas, mapas, etc. Todas ellas tienen en común el hecho de que no son la realidad. El mapa no es el territorio. 




Lo que ocurre es que para cada manifestación de la realidad, en un mundo cambiante, complejo y en gran medida oculto, construimos modelos que además de simplificaciones padecen de parcialidad. Pensamos en competidores y emulamos sus productos, pensamos en un entorno inestable y pensamos en escenarios, pensamos en diversidad y hablamos de segmentos. Lo importante es que la construcción de modelos funcione, pero sabiendo que un conjunto de segmentos no son dos millones de clientes exactamente. 

Conceptos estables para realidades inestables:

La inestabilidad de la realidad no se corresponde con la estabilidad de los conceptos. Pero no podemos vivir con conceptos inestables. 

Al pensar, nos podemos mover en dos sentidos. Desde el mundo hacia nosotros o desde nosotros hacia el mundo. Cuando nos movemos desde nosotros mismos hacia el mundo hablamos de deducción. La deducción es un lado del pensamiento en el que el punto de partida es el concepto, la afirmación, el juicio (la simplificaciones en definitiva) y vamos hacia el mundo. De la segmentación deducimos una mejor forma de hacer publicidad, de actuar en el mercado en definitiva. Si nos piden que completemos la frase "un ejemplo de coche es...." la respuesta será "Toyota, Mercedes, Opel".




El otro lado del pensamiento es la inducción. Nos movemos desde el mundo y construimos hipótesis, conceptos, teorías, etc. Segmentamos desde una cartera de dos millones de clientes. Si nos piden que completemos la frase "Un coche es un ejemplo de...." Podríamos dar muchas respuestas distintas: "la capacidad de la ingeniería humana", "un elemento contaminante", "una forma de movernos", "algo que nos gusta conducir", "un problema para el futuro", etc. 


La primera respuesta es deductiva, y concede poco margen de respuestas: Marcas, categorías de coches... La libertad es reducida y las opciones creativas no existen. En cambio la segunda es inductiva, ya que parte desde la realidad nos obliga a crear un concepto para lo cual contamos con una gran libertad. La inducción es un campo abierto a la creatividad ya que caben cientos de respuestas distintas.



Pensar consiste en crear modelos mentales, en crear simplificaciones por tanto pensar se asocia a pensamiento inductivo. La deducción la podría asumir una máquina. Por otra parte, un modelo mental o un concepto nunca es verdadero o falso, nunca es bueno o malo. Lo esencial del modelo es que sea útil. Cuando organizamos el mundo en categorías tenemos una gran libertad y cuando hablamos de creatividad nos referimos al reto de construir algo que funcione.

Puede haber una deducción perfecta. Pero no una inducción perfecta.  La inducción requiere un tiempo infinito en el que afloran ideas conceptos, categorías, posibilidades. Estamos en el núcleo del motor del pesamiento. En la inducción es donde el potencial de la mente humana explota. Hay riesgo de errores pero se compensa con la creación de grandes ideas.

Algoritmos Vs Heurística y otras diferencias:

La deducción implica algoritmos, es decir un tipo de lógica que se mueve desde la idea hacia el mundo.  En la inducción no tenemos algoritmos sino heurística. Viene del griego Eureka, y significa lo  encontramos. Es una vía para encontrar fuera del algoritmo y de la lógica. Si perdemos las llaves no tenemos algoritmos para encontrarlas. Intento recordar que hice, dónde estuve antes, dónde después hasta que las encuentro. Esto es heurística. Es la única vía para construir conceptos.

Otra de las diferencias entre pensamiento deductivo e inductivo  es que en el primero usamos números. En la inducción usamos conceptos. Los managers de las empresas tienen dificultados con esto. Se encuentran a gusto con hojas de cálculo, datos, números. Pero se pierden en el mundo de los conceptos.

Luc de Brabandere propone una matriz de análisis de modelos que se base en dos variables:

  • Nivel de permanencia de los modelos y su resistencia al cambio.
  • Nivel de control.


En el cuadro número uno tenemos los modelos que decidimos usar y están ahí por un largo
tiempo. Se le llama conocimiento y se sustancia en juicios, teorías, estrategias,
contabilidad, química.


El segundo está compuesto por creencias: Valores, religiones. Son modelos mentales fuertes que influyen en los comportamientos de otros.


El tercer cuadrante está compuesto por modelos no permanentes y no bajo control. Son las representaciones. Son modelos efímeros que nos ayudan a explicar que tenemos enfrente. Son explicaciones que damos a las cosas sobrevenidas y es importante percatarnos del poder de estos modelos en el proceso de pensamiento. Las representaciones nos ayudan a actuar en circunstancias nuevas que probablemente no se repitan.Es un cuadrante especialmente importante porque define o representa los sesgos cognitivos que apreciamos en el cisne negro.


En el cuarto cuadrante está compuesto por modelos que llamamos Ideas. Es como un laboratorio en el que probamos, analizamos, y cuando todo el mundo lo acepta, se convierte en conocimiento

En el cisne negro están los Sesgos cognitivos, es como una pieza del razonamiento que nos incita a pensar que algo es fuerte pero no lo es.



Enlazando con la lectura uno: El mundo es cambiante continuamente. Sin embargo usamos modelos discontínuos. ¿Cual es la misión del manger? El manager deberá responder a dos preguntas, cuál es la nueva gran idea y cuándo nos movemos de la actual a la nueva


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